Ni un susurro

Mis labios se atrevieron
a pronunciar,
no entendiste nada
o no te molestaste
en entender.
Te fuiste y mi corazón herido
dijo quédate porque
sino me romperé.

Quise que me cerraras
la herida...
lo único que cerraste
fue la puerta,
rompiéndome más las alas,
aquellas que no volaban.

Mis labios se atrevieron
a pronunciar,
los tuyos no susurraron antes,
ni ahora...
Jamás lo harán.
Fuiste un silencio
ante este mi tsunami.

Mi confidente
mi chica que en esas fiestas
gritaba...
se quedó callada
sin susurros,
ni miradas.
Viéndome ahogar en ese mar.
Tenías ese salvavidas,
aquel que nunca me ofreciste en el mar en el que me ahogaba.

Cerré los ojos
dejándome ahogar.
Los abrí a sabiendas de que
arriba se encontraba la luz del mediodía.

En la orilla me dí cuenta que...
nunca fue un susurro quien contestó,
pero fue él,
quien me lamió mis heridas.

Y quién pensaría que...
ni un susurro de
la amiga que dijo que siempre
estaría.
Y, un ladrido de aquel
que fue abandonado y ahora está conmigo
en la orilla. 

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